23 de enero de 2014

Lactancia y vuelta al trabajo (generalidades)

Sacrificar una lactancia que por lo demás funcionaba bien sólo porque la madre tiene que reincoporarse a su trabajo remunerado es una auténtica lástima y en la mayoría de casos, no es necesario.

Circula un mal consejo por ahí que es recomendar a las madres "trabajadoras" que desteten antes de empezar a trabajar. Teniendo en cuenta que un destete no sucede de la noche a la mañana eso puede suponer una pifia o una reducción muy sustanciosa en el tiempo en el que la madre dará de mamar, tanto que incluso si la baja maternal va a ser muy corta casi ni merezca la pena dar la leche de inicio (digo "casi" porque claro que es mejor dar quince días de leche materna que nada, pero eso lo tiene que decidir la madre que tiene que dejar que le suba la leche, que después se le quite...un follón).

Separarse de un bebé para tener que irse a ganar las habichuelas y "aguantar al gilipollas de su jefe" ya es bastante duro para una mujer como para encima pedirla que destete a su hijo cuando estaban disfrutando de la lactancia, así que mi consejo personal es no destetar al bebé antes de ponerse a trabajar de nuevo, e intentar hacer el esfuerzo de combinar lactancia y trabajo. Psicológicamente, la vuelta al trabajo será menos dura, la lactancia proseguirá normalmente en horas extra-laborales y si las condiciones laborales mínimamente acompañan, no supondrá un esfuerzo titánico para la madre.

AHORA BIEN

Una madre lactante que se reincorpore al trabajo tendrá más o menos dificultades en función de una serie de factores que ella no siempre puede controlar:

a)El tipo de trabajo (hay trabajos que no permiten la menor "ausencia", como por ejemplo muchos que son de cara al público)
b)El tipo de jornada (partida, con hora de comida entremedias que se pueda aprovechar para otros menesteres, o continua)
c)Las facilidades para encontrar tiempo y lugar de extraerse leche (mejor tener una hora o sitio fija, a estar a expensas de cuándo y dónde va a poder ser)
d)Los meses que tenga el bebé (que determinarán el volumen de leche materna que haya que extraer cada día)
e)Si en su ausencia el bebé está en una escuela infantil o a cargo de otra persona (no en todas las guarderías dan facilidades o confianza suficiente como para dar biberones de leche materna).


Sí, ya sé que con la ley en la mano la madre puede exigir que su trabajo se adapte a su condición de madre lactante, puesto que los intereses de la empresa están supeditados al interés del menor. Pero no estamos en el país de los unicornios que comen piruletas bajo nubes de color rosa y al final es la madre la que se suele adaptar "voluntariamente" a las necesidades de la empresa, sacrificando si es preciso sus intereses y los de su hijo.
En los trabajos que no son de cara al público, y sobre todo "los de oficina", es factible que la madre pueda dedicar unos minutillos de su jornada a sacarse leche, incluso varias veces al día, sin que su ausencia se note mucho más que una ausencia para lavarse los dientes o hacer aguas mayores (y ya no digamos tomarse un cafetillo de la máquina o antiguamente, "echarse un piti"). También puede comer más rápido y aprovechar el tiempo restante para sacarse leche.
Si este va a ser el feliz caso, y de veras la madre quiere sacarse leche durante una temporada, a la madre le conviene contar con un sacaleches eléctrico y doble, que es más rápido (ya hablaré con más detalle de estos artilugios, así como de las salas de lactancia en el trabajo).

Si el trabajo es de cara al público, en el cual la madre no puede ausentarse "así como así" a unas horas predefinidas, o tiene cualquier otro tipo de trabajo que requiere presencia "constante", la madre no podrá sacarse leche varias veces al día, y como mucho podrá aprovechar la hora de la comida o la media hora del desayuno, si es que tiene la suerte de contar con un tiempo libre que realmente se respete.

El grado de peripecias que una madre es capaz de aguantar para sacarse leche depende de cada mujer: hay gente que se saca leche en el retrete, en el coche...y lo lleva bien, pero ni qué decir tiene que si la situación no es cómoda se sufre un desgaste psicológico que puede acabar con el fin de la experiencia extractora e incluso con el destete. 

Lo ideal si se quiere proseguir con la lactancia materna cuando la madre se reincorpore al trabajo es que el bebé tenga al menos seis meses, porque eso permite la introducción de alimentación complementaria y por tanto, la reducción del volumen de leche materna que es preciso extraer.
Por ejemplo, un bebé de dos meses que vaya a estar alejado de su madre 6 horas necesitará al menos dos o tres tomas, y eso requiere que la madre se saque, para ir sobrada, más de un cuarto de litro de leche al dia, y eso requiere una o dos sesiones espléndidas de extraccion al dia, y no siempre es factible.

Si no es factible, la madre tendrá que ceder, con más o menos dolor en su corazón, y pasarse a la lactancia mixta, en la cual el bebé reciba algún biberón de leche artificial para hacerlo todo más fácil, y leche materna cuando haya suficiente. Eso es mejor que nada y desde luego es mejor que un destete definitivo, porque es triste tener que cesar del todo la lactancia cuando por la mañana, la tarde y la noche la madre sigue estando disponible, y los fines de semana y las vacaciones también se puede seguir con la leche materna. Así que se puede optar por una lactancia artificial o mixta en horario laboral y exclusiva materna el resto del tiempo. Esta es la opción que recomiendo yo para bebés muy pequeños que se quedan a cargo de otros, cuando a la madre se le rompe el alma pensar en sacrificar su lactancia.

En cambio un bebé de siete meses que pase 8 horas en la escuela infantil no requiere de extracción de leche materna salvo que la madre se obstine, porque el desayuno puede consistir en una papilla de cereales preparada con agua, caldo o leche artificial, y la comida y merienda consistirá en el pure que convenga, sin requerir la participacion de ningun otro lácteo. La madre simplemente tendrá que asegurarse de que su hijo recibe un número de tomas adecuado de leche materna que garantice su nutrición adecuada en horario extra-laboral (por ejemplo, teti nada mas levantarse, al llegar a casa a media tarde, y después, antes de la cena y antes de irse a dormir: eso es más que suficiente leche para un bebé!!!). Sólo si el bebé es muy tragón y requiere biberones extras entre comidas, y la madre no desea de ningún modo que sean de leche artificial, obligará a que la madre tenga que llevar leche propia a la guardería.

(Ese fue el caso de mis hijos: venga a sacarme reservas antes de volver al trabajo, venga a sacarme leche como una loca en el trabajo, para que después no tomasen ni un biberón a lo largo del dia y yo me viera con el congelador a rebosar de bolsas de leche que no "servían para nada" salvo para gastarlas en mis ausencias más largas un poco a lo tonto...)

AHORA BIEN (II)

La necesidad de sacarse leche en el trabajo no es sólo un tema de que un bebé requiera leche porque tiene que tomar su ración de lácteos diaria: también es una cuestión de salud para la madre que, tras muchas horas sin dar de mamar, puede tener auténticos problemas mamarios por la acumulación de leche.

Pasar de repente de dar lactancia a demanda a estar 8 horas sin dar de mamar es el camino más directo a tener una bonita ingurgitación (mamas hinchadísimas, casi deformadas, llenas de bultos, dolorosas) y por tanto arriesgarse a sufrir mastitis (cuando la acumulación de leche deriva en infección). De hecho algunas mujeres ni siquiera necesitan tantas horas para encontrarse "a rebosar"...les basta con 4 o 5 horas sin lactar.
Eso sin contar con que si el pecho está muy lleno vuelve el riesgo de tener goteos, porque el cerebro es muy tricionero y cuando piensa en los niños, zasca: rodalón en la ropa, y tampoco es cuestión de volver a usar protectores de sujetador.

Así que ya solamente pensando en el beneficio de la madre y su comodidad para que el sujetador le aguante la jornada, conviene pensar en sacarse leche en algún momento del día, aunque sea poca y solamente para deshincharnos y la leche acabe en la basura... (aunque ya que nos ponemos, siempre mejor guardarla para el bebé, ¿verdad?).

El tema de las extracciones de leche en el trabajo da para muchas entradas, largas y tendidas; dadme un poco de cancha...;)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Un blog se alimenta de los comentarios de sus lectores. Admito comentarios anónimos, pero ruego respeto y comprensión hacia las opiniones de los demás. ¡PAZ Y BUEN ROLLITO!