9 de enero de 2014

5 cosas que un marido puede hacer por una madre lactante (y así ganar muchos puntos como padre)


Cuando se forma el dúo (o trío, o incluso cuarteto) de madre lactante y lactante parece que el padre (o persona de apoyo, o cualquiera que pase por allí) está de florero y que su papel está relegado a hacer de chacha esporádica, pero no hay que asumir que el padre está condenado a ser un mero espectador ni subestimar la importancia que tiene ese "supporting role" para la madre (y no hay que ser madre soltera para valorarlo).
Si te sientes inútil y quieres convertirte también en protagonista del proceso de lactancia de tus hijos, estas son las funciones que puedes asumir:

1. Coaching manager
 Aunque te sobrepase el tema y desconozcas los fundamentos de  la lactancia, ya es suficiente apoyo emocional que no la critiques y que no caigas en los comentarios comunes que más molestan a las madres. Evita hacer comentarios negativos estilo "Parece que se queda con hambre", "¿Durante cuánto tiempo vamos a estar así?", ¿"Crees que lo estás haciendo bien?". Por bienintencionados que sean, se pueden interpretar como que pones en duda su capacidad como madre lactante, que tienes prisa por pasarte al biberón o no confias en el proceso en sí de la lactancia.
Conviértete en una fuente de apoyo emocional y mensajes optimistas. Ante la duda mejor callarse, pero puedes lucirte con comentarios elogiosos del estilo: "Menuda madraza estás hecha", "Esto que haces tiene mucho mérito", "Estoy orgulloso de cómo llevas el tema" , "Hay mujeres que no han conseguido lo que tú", etc.

2. Abogado defensor y relaciones públicas
Defiende a tu mujer de ataques bienintencionados. Para ello necesitarás argumentos, y para tener
argumentos quizás necesites informarte un poco del proceso de lactancia (encontrarás millones de enlaces, pero son más fiables los de las páginas de organismos oficiales y grandes asociaciones de defensa de la lactancia).
Cuando alguien suelte un "la leche a partir de los 6 meses ya no alimenta", o "se te van a caer los dientes por dar el pecho" tú también le puedes rebatir, o puedes defender lo que hace la parienta cuando alguien la critique por dar el pecho en público, o porque "el niño ya es mayor", o cuando para facilitar la lactancia nocturna el niño acaba en vuestra cama. Cuando alguien diga "pues yo me crié a biberón y he crecido muy sano" o algo similar ten preparado algún comentario no ofensivo que demuestre que piensas que lo que está haciendo tu mujer es algo bueno y valioso.
También pueden necesitarse tus dotes de mediador en conflictos con las abuelas pro-biberón.

3. Asistente personal
Cuando esté dando el pecho, sobretodo los primeros meses cuando las tomas son frecuentes y largas, vigila que no le falte "de nada". En estas cosas a veces los hombres sois poco observadores y teneis poca iniciativa. ¿Tiene suficiente agua a su alcance? Si lleva mucho rato, ¿no le apetecerá algo de comer? ¿Le falta algún cojín para estar más cómoda? ¿Necesita ayuda para recolocarse al niño? ¿Se ha dejado el móvil en otro lado? ¿Quiere que le acerques el mando de la tele? ¿Le duele el cuello y le gustaría un masaje? ¿Calmas tú al niño por la noche para que ella pueda descansar más rato? ¿Necesita compañía para no aburrirse? ¿Se le cae la casa encima y hay que organizar una salida de ocio?
Muéstrate solícito pero si te dice que no necesita nada, no insistas.

4. Shop assistant
Aparte de realizar papeleos hay otras tareas que consumen mucho tiempo y que a lo mejor quedan pendientes de realizar, como comparar precios de sillas protectoras de automóvil para cuando el niño no pueda ir en el capazo, o de cualquier otra cosa que se vaya a necesitar a medio o largo plazo (¿modelos de sacaleches? ¿ofertas en pañales? ¿comparativa de guarderías?). Puedes ir buscando información y precios para tener las decisiones tomadas con calma y que no os pille el toro. Si hay que hacer compras de última hora ofrécete a ir tú si a ella le apetece más quedarse descansando. Idem con las compras del supermercado. Ten presente la posibilidad de que sea a ella la que le apetezca cambiar las tornas y escaparse en soledad mientras tú te quedas en casa con el el bebé.


5. Asistente doméstico
Es la parte que menos gusta pero es la que quita más trabajo. Encárgate de las cuestiones domésticas que quedan pendientes (limpieza, comida, otros niños...) siempre que puedas para que ella pueda encargarse del recién nacido plácidamente sin hacer repasos mentales sobre las coladas que quedan por tender, la capa de polvo que hay en los muebles del salón, las pelusas que invaden la casa o que hace falta comprar fruta. Lo que realmente da puntos es ser proactivo y autónomo y no andar preguntándole a cada momento que si quieres que hagas algo. Toma tú la iniciativa para que ella no tenga que dedicar ni una sola neurona al asunto, si no quiere. 

Al fin y al cabo debes recordar una cosa...¡¡¡te está ahorrando muchísimo trabajo como padre!!! Cada
vez que ella da pecho, es un biberón menos que te toca preparar (y pagar) a tí. Imagina levantarte por las noches a dar un biberón cada 3 horas. Agradécele el favor quitándole trabajo y estrés en otras tareas.
Seguir estos consejos no te convierte en un calzonazos, es de hombres inteligentes...piensa que no sólo el bebé se beneficia de tener a una madre relajada y contenta...tú también podrás comprobar las ventajas de invertir un poco de tiempo en tener a la parienta satisfecha. Repercutirá positivamente en vuestra relación presente y futura.

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